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Lo Irracional de Maximo Cossio

 



maximocossio
Principiante

Sep 10, 2004, 9:28 AM

Mensaje #1 de 1 (3949 visitas)
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Lo Irracional de Maximo Cossio Responder Citando El Mensaje | Responder

LO IRRACIONAL DE MAXIMO COSSIO ETCHECOPAR

La objetivación de los valores de una cultura debe fundamentarse necesariamente en aquellas características que les son propias, e intrínsecamente representativas de los factores que le dan su carácter cualitativo a la arquitectura. Cossio Etchecopar ignorando este predeterminismo, implicaría caer en el error de intentar explicar sus manifestaciones formales sin comprender en su verdadera dimensión el aporte que representa el componente temperamental, motivo trascendente el origen de sus valores plásticos.
Analizar el mismo involucra la dificultad de mantener un exacto equilibrio para no caer en adjetivaciones superficiales que desvirtúen su carácter, y considerando que la arquitectura, arte típicamente simbólica según Hegel, esta sujeta a esa influencia, cabe preguntarse si ese simbolismo esta determinado por los fuertes elementos de predisposición que actúan en el arquitecto Cossio Etchecopar. La exuberancia ilimitada de la naturaleza crea por su parte multitud de facetas que sustancian grandemente todas aquellas cualidades que se perfilan nítidas de un contenido aparentemente confuso, y en ella debe buscarse el LEIT MOTIV de la tierra Tucumana prodiga en contrastes, en la que junto al colorido eufórico de sus crepúsculos, surgen las sombras profundas de desequilibrios humanos que no alcanzan a diluirse totalmente.
De las líneas fugitivas de sus montañas quebrados en el horizonte opacado de brumas impresionistas se desprende el marco vital que encuadra el extraño de las razas, en oposición al sonido rítmico de la fuente nativa el aporte europeo acentúa el contraste, y de esa función de colores y atavismos surge un desdibujado sentimiento de seguridad, gracias al cual, el arte liberado de prejuicios lleva hasta sus ultimas consecuencias todos aquellos caprichos formales que se desarrollan así en toda su intención volutiva. En lo intimo de esta psicología halla configuración la raíz de un fenomeno arquitectónico pleno de características vinculadas a ese sentimiento temperamental, en el cual juega un orgullo desmedido por las expresiones propias, aliado a una acentuada prescindencia de los valores foráneos.
Lo más notable es comprobar que en mentalidades claras y altamente representativas de su cultura se repite esta apreciación, que consciente o no, lleva a consideraciones exacerbadas en que el juicio autocrítico pierde toda noción de realidad.
Un convencimiento intuitivo del aporte realizado y la imaginación completamente provista de preconceptos son los estímulos que producen obras de real valor, audaces en todo aquello que signifique obstáculos, y cuyo origen debe buscarse mas en un desprecio por las reglas, que en la poca evaluación de una idea. Esta actitud inmadura, aparentemente anti histórica, da como resultado una arquitectura que luego se trata de fundamentar en antecedentes barrocos, desconociendo la trascendencia de este concepto pleno de valores espirituales consustanciados con el momento histórico en que ellos aparecen, de donde el vincular con simples denominaciones dos procesos enteramente diferentes conduce al equivoco en cae la visión de esta arquitectura que ignora la cualidad espacial del barroco.
No significa esto que se pretenda invalidar la existencia de un movimiento que tiene desde hace mucho tiempo una influencia extraordinaria, que potencio el post modernismo, pero es necesario poner en evidencia que su desarrollo no obedece al ritmo de una comunidad, sino también en parte a complejos típicamente nacionalistas regionalistas que dan lugar a una decidida voluntad de hacer, analizarlos no es tarea fácil y paradójicamente se podría decir que es suficiente con percibirlos. La falta de perspectiva en el tiempo dificulta el análisis, y ello implica la fatalidad de un equivoco, pero lo critico busca una conclusión que acertada o no, llevara la luz al campo polémico de las ideas modernas y post modernas. Comprender la realidad de este proceso significa empezar a comprender a Máximo Cossio Etchecopar.
Lionello Venturi que el estilo de un artista es la abstracción de la realidad, y nunca mas justificado que en este caso, en que lo positivo de la misma se trasmuta en diferentes planos, delineados unos, idealizados otros, pero todos ellos traduciendo una sensibilidad comprometida en su actuar por esfuerzos que exaltan el sentir que agita la creación.
Cossio Etchecopar arquitecto esta subjetivado fuertemente por su condición humana, espíritu introvertido, toda su personalidad esta definida por un alejarse continuo, básicamente planteada esta posición en facetas anímicas difíciles de captar, en que la timidez o la inseguridad se constituye en el rasgo fundamental. Es arriesgado determinar hasta que punto esa característica psicológica tiene relación con su obra, pero lo cierto es que en el actúan de manera diferente todas aquellas sugestiones vitales que en hombres comunes originan efectos mas previsibles, entre esta lucha continua entre el intelecto y la realización, el arduo nacimiento de la forma no es otra cosa que el resultado de una pugna interior en que en todas aquellas cualidades del espíritu se elevan y rompen en olas brutales de deseo.
En la profundidad de un artista como es Cossio Etchecopar, analizar sus aspectos humanos implica dejar de lado infinidad de matices ocultos, que pueden ser el motivo principal de la incansable búsqueda que desarrolla en cada una de sus concepciones, su introversión no deja lugar para precisar con fidelidad, pero aun así su presencia continua, junto a una acendrada identificación con la psicología colectiva de que forma parte, justifica grandemente él porque de su arquitectura, desconocer todas esas influencias invalida toda critica que pretenda explicar toda su obra, por lo que significa prescindir de las fuerzas esencialmente irracionales que sustancian su motivación consciente. En su humana cualidad meditativa, la indecisión esta de acuerdo a la epoca que pertenece, poderosamente coaccionada por un sentimiento de inseguridad, en que la ausencia de futuro sublima la esperanza de sobrevivir.
Cossio Etchecopar crea con extraordinaria facilidad, las líneas surgen sin esfuerzo aparente domesticadas en arduo combate, y la idea nace en infinitos croquis que plantean una visión coherente del panorama total. En las arriesgadas soluciones, desgarradas en un frenesí asimétrico, la forma es el objetivo final, y triunfante sobre el sentir del espacio, se nutre en un egocentrismo voluptuoso, que domina todo intento de revalorizar otros conceptos. La obra de Cossio Etchecopar configura una palabra ascendente, en la que se advierte, después de una vacilación inicial, la maduración de una vigorosa personalidad creadora, en el afán por el purismo, se torna trascendente en una primera etapa, el desenvolvimiento posterior es el grito de exaltadas cualidades plásticas en que una oculta urgencia sub consciente, viendo atraves de variadas búsquedas figurativas, lucha por poner en evidencia el cisma anímico que da luz a las formas torturadas.
Superando en su expresión las características económico sociales de que forma parte, y con las que tiene poco en común, su arquitectura se libera del medio en que nace, y salta violenta a una idealización urgida por el espíritu que la hace vibrar, la filosofía de esta visión lírica esta basada en el apogeo de una individualismo que es proyección de una definida cualidad temperamental. El ambiente no genera soluciones, existe un abismo entre las interpretaciones que quieran aplicarse y la verdadera estratificación social que tiene no poco en común con esta arquitectura.
Este divorcio implica nada mas que las posibilidades de un artista eximio trascienden a las condiciones ambientales, negando si toda interpretación positivista, de facto, explicar a Cossio Etchecopar con técnica ortodoxa es tarea inocua, su psicología escapa a cualquier regla, su única justificación, notablemente anti critica, es destacar su extraordinaria capacidad plástica, hecho incontrovertible que no admite corolario.
Este plasticismo goza de cualidades escultóricas, con lo que su arquitectura adquiere contornos completamente distintivos, el paisaje crea curvas caprichosas, sugiere el juego de la luz y el volumen, y es allí donde la obra se inserta en la naturaleza como parte de ella misma. Su carácter lo encierra en si misma y con pluralidad de temas la caja muraria dice todo su contenido.
La recta choca con la curva y en eterno contrapunto el ojo busca afirmarse por fin en el prisma purificado contra la línea del horizonte.
En esa arquitectura de base inmaterial el espacio se constituye en simple secuencia de volumen puro y esta muy lejos de ser el tema fundamental, la espacialidad clama por ser antiorganizativa aun buscando la vivencia interior, parece en oposición y deseo de integrar los valores humanos con los valores arquitectónicos, se allá aquí frente a la inmaterialidad de la forma, en la que una búsqueda afanosa trata de suavizar líneas de torturado espíritu.
Esta divergencia conceptual plantea la posición de Cossio Etchecopar y su arquitectura en la que juegan los espacios dominados por la fuerte sugerencia de medios de expresión mas trascendente dentro del ordenamiento de su obra.
El espacio aquí es el único fin representativo, y el adquirir personalidad dependerá de factores ajenos al mismo, su dramatismo será concesión del volumen pero nunca variación vital dentro de la orquestación de la vida.
En esta dialéctica continua el vacío no-se rigidiza, y no pierde flexibilidad y no busca expresar lo humano, el hombre es escala pero no-fin, y su presencia estará subordinada a una voluntad que lo hará entrar en el perpetuo movimiento de una psicología tecno electrónica, fruto de una megalomanía racionalista la arquitectura pareciera imponer la era utópica que vislumbrara George Orwell.
La denominación del barroco en cuanto a la obra de Cossio Etchecopar no puede referirse a su contenido espacial, lo que el espacio del siglo XVII significa como liberación, como tortura y ansia de interpretación no puede adjudicarse gratuitamente a una búsqueda carente de ese sentido espiritual, y sus aspectos comunes pueden relacionarse mejor a la orgía lineal y pictórica que se desarrolla en sus expresiones.
Puede tener mas fundamento relacionar este sentir con las manifestaciones tradicionales de la Argentina, pero aun con personalidades diversas han intentado demostrar su coherencia histórica, es licito dudar de esta afirmación si se tiene en cuenta todos los factores circunstanciales que han incidido en el nacimiento de la arquitectura que se hace en Argentina, tanto moderna como post-moderna. Cossio Etchecopar se transforma de tal manera en un fenomeno muy peculiar, pletorico de un colorido que le es propio, y de cuyas tonalidades diluidas se alimentan un sin fin de mentalidaes mediocres, incapaces de crear por si un, exponente de la epoca que tratan de representar.
En el aspecto estructural Cossio Etchecopar es dueño de una aguda intuicion estática que le ha permitido obtener resultados sorprendentes, la utilización racional de los adelantos proporcionados por la tecnología moderna, que en sus manos adquiere consistencia plástica, se ha plasmado en vigorosas estructuras que escapan a la frialdad de las leyes matemáticas para sujetarse a conceptos puramente científicos, predomina una voluntad que percibe el camino de las tensiones, sometiéndolas a un acuerdo implícito entre la imaginación y la realidad física.
Junto a esa dinámica concepción se involucra el uso de materiales tradicionales que Cossio Etchecopar ha empleado con frecuencia, dando así real mérito a motivos de su tierra que se renuevan en el tiempo. Esta preocupación define el objetivo final, aparece el jardín y los infinitos revestimientos con carácter regionalista, utilizados como valores decorativos de gran envergadura.
El uso de la jardinería y del paisaje aporta la integración tratado como maravillosa sinfonía volumétrica en que juegan las texturas y el color. Los verdes y el dorado se deslizan acariciando los rígidos perfiles, con lo que la arquitectura adquiere de unidad, en que no ha dejado de lado la escultura, aplicada o como elemento independiente.
Esta configuración de arte integral, modula una plástica que deja como remanente una vigorosa proyección hacia el futuro.
Cossio Etchecopar encierra en si el concepto del artista solitario, símbolo de fuerzas atávicas que obran sobre él y encarnan el apasionado entregarse a la exaltación creadora.
Cossio Etchecopar como arquitecto sé autodefine como hijo del espacio y peregrino de la eternidad.
No es posible hacer abstracción de su contenido humano, separando su obra de las profundas raíces en que se nutre, y su influencia será tanto más duradera cuanto mejor se analice su mensaje. Su arquitectura no deja enseñanza, la poderosa plástica de que lo caracteriza, como en ciertos hombres con gran poder de expresión, le pertenece exclusivamente, y las formas que se traducen en su obra no son el resultado de una teoría intelectualizaba sino de una sensibilidad imposible de trasmitir.
Si debe reconocerse en él al arquitecto que supo traducir en el puro lenguaje de la línea un ideal abstracto.
La búsqueda de la verdad configura diversos caminos, lícitos todos cuando tenga como fin al hombre, y si un mundo espiritualmente equilibrado debe tener como base el ansia de trasmutar la esencia de la belleza, la arquitectura es uno de los medios de lograr ese equilibrio. Saturado de las heridas de una perpetua lucha, el arte busca la luz a través de las tinieblas de la incomprensión, El hombre fruto de la angustia de nuestro tiempo, sigue buscándose así mismo.

LA HISTORIA TIENE LA PALABRA
COSSIO ETCHECOPAR DEL SIGLO XX AL XXI
SUS PENSAMIENTOS.

Desde niño su pasión fueron los caballos, frente a ello pinto muchos cuadros sobre ellos, como así también muchos paisajes siempre con edificios de todo tipo y su relación de ellos con el paisaje exterior. Un gran amante de la volumetria de con todas las escalas posibles partiendo siempre de la proporción, bocetos de los cuales todos están guardados, no concibe la arquitectura sin el boceto integral y los colores.
Él piensa que en la arquitectura sucede lo mismo que la pintura, expresa que en la pintura los cambios suceden más rápido. Porqué la arquitectura está mas atada a los materiales, a la construcción. Mas en nuestro país que no se pueden hacer cosas que se hacen en otras latitudes. Pero la estética sigue los cambios.
Además los cambios en las tecnologías constructivas, son mucho más rápidos que en las artes, piensa Cossio Etchecopar: son relativamente más. Pero si observamos un edificio romano y uno de la actualidad, los elementos son mas o menos los mismo. Hay otras técnicas, desde ya, pero cuesta mucho dinero, son muy difíciles de alcanzar, sobre todo en países como el nuestro.
Ahora bien esas nuevas técnicas influyeron en su manera de trabajar, lo modificaron, pero también es consciente de que esta construyendo en la Argentina. Consciente de que acá no se pueden hacer cosas que se hacen en Japón o en EE: UU, como por ejemplo esas estructuras de hierro como el Popidou, que ya lleva varios años. Aquí en Tucumán dice Cossio lo podes inmaginar, lo podes proyectar, pero materializarlo es un poco difícil. Por una cuestión meramente económica.
También opina de lo que se está construyendo en la argentina, diciendo: tomemos el ejemplo

Hector Ugarte

Periodista
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